El guionista Felipe Hernández Cava y el dibujante Bartolomé Seguí son los autores de Las Oscuras Manos del Olvido (Norma), un extraordinario cómic que aborda un tema de permanente discusión en la memoria de la sociedad española: los homicidios en manos de ETA. El cómic está escrito desde el ángulo de un sicario que después de salir de prisión cumple un viejo encargo laboral: vengar a su empleador en caso de que éste fuera asesinado por sus enemigos de ETA.
El libro es de tapa dura, 70 páginas, tamaño A4, impreso en España, con guardas, y la cubierta es bastante buena (una creativa y acertada recreación de los médicos durante la peste negra). El dibujo de Seguí es bueno y el guión de Cava es interesante, tiene suspenso; el argumento central del relato es original, pero si desplazáramos el mismo texto al formato cuento, sin ilustraciones, este thriller perdería un poco de fuerza. No obstante, es una buena lectura y el personaje principal tiene mucha fuerza, me generó mucha empatía y me interesé por el periplo que vivía mientras el relato avanzaba.