Cuelgamuros, de Amador García-Carrasco, resulta una sorpresa monumental, tan monumental como el mausoleo al que la novela hace referencia. Y es que no es un libro complaciente para las masas ni mucho menos, sino que se trata de un recorrido literario extravagante, inconvencional.
De primeras nos enfrentamos a una premisa que podría resultar aparentemente manida, al menos por los autores españoles a quienes estamos acostumbrados, pero nada más lejos de la realidad. En esta ocasión, Cuelgamuros, es decir, el polémico monumento del Valle de los Caídos, no se trata de una excusa para revivir los atroces acontecimientos que sucedieron en España, sino el epicentro de un misterio inconcebible; tal enigma lo intentan descubrir sus variopintos personajes, ilustres de la Historia de España desde la prehistoria hasta nuestros días. Eso sí, el escritor cita tantos nombres que la lista de los reyes godos te parecerá corta – como si se hubiera influenciado de Takeshi Kitano, en su triología de Outrage-.
- Título: Cuelgamuros
- Autor: Amador García-Carrasco
- Editorial: Caligrama (Sello de Penguin Random House)
- Nº Páginas. 316
- Formato: tapa blanda
- ISBN: 978-8418548963
- Precio: papel 17,05 €; ebook 5,69 €
Un punto fuerte son sus ilustraciones, con un estilo minimalista que te ayuda a sumergirte y vivir mejor la historia. Se agradece en estos tiempos en los que, con el fin de recortar costes, las ediciones se convierten en simplonas. Además, empieza con garra ya que el título de uno de sus primeros capítulos hace referencia al NOM – tema tan denostado por los borregos-, sabiendo que como si fuera una ley inmutable de la naturaleza se encuentra en eterno movimiento, con un carácter cíclico del que la humanidad no puede escapar.
El autor, si bien presenta los hechos de manera más caótica que lineal, exhibe una gran imaginación y características retóricas con los que describe a los personajes y realiza los diálogos de los mismos. De hecho, es ahí donde reside el peso de toda la novela: en los diálogos. Si no se pone atención en ellos, pueden pasar desapercibidos detalles importantes que ayudan a seguir el ritmo de la trama, con lo que se podría caer en la incomprensión de la misma. Si tuviera que resumir en una única palabra este libro sería: insinuación, ya que el autor se dedica a insinuar los sucesos y a falta de ciertas transiciones, se podría pensar en esta obra como una suerte de poema prosado de carácter histórico-ficticio con toques de sátira y sarcasmo. Denota también cierto automatismo a la hora de crear, aunque sin dejar de lado una evidente documentación histórica y algo más leve, científica que enriquece el texto.
En resumen, una obra muy recomendable pero sólo para aventureros. Les dejo este enlace donde pueden conseguirla para adentrarse en su mundo único.