El retelling al rescate del Príncipe

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«I don´t want anyone to depend on me.»

Entendemos por retelling el contar una nueva versión de una historia ya contada, y, en esta ocasión, abogo por confesar que, por primera vez en años, estas historias están tomando un rumbo diferente.

A través de redes sociales —Tiktok, Facebook, Instagram, etc.— el usuario es capaz de encontrar información que, a veces, suele ser casi sagrada. Tal fue mi caso al navegar en Tiktok y encontrar un título nunca antes visto: Prince of thorns & nightmares o Príncipe de espinas y pesadillas en español. Publicado en octubre del 2023 por Lindsey Miller, el segundo libro de la colección «prince» de Disney nos cuenta la clásica historia de la bella durmiente a través de los ojos de su héroe, el príncipe Felipe.

Grandes casos de ilusión y ensoñación se han registrado desde que Disney ofreció al mundo las historias de amor entre príncipes y princesas. El mío fue uno de los primeros, y me declaro abiertamente amante de estas historias; sin embargo, siempre había notado una especie de aislamiento de los príncipes, ya que siempre fueron tomados como la figura que aparecía en determinado momento para hacer uso de sus habilidades y salvar a su princesa. Es el caso de Felipe, nuestro héroe, un niño que crece sabiendo que debe desposar a la princesa Aurora después de derrotar a Maléfica, el hada malévola de la historia. Y, más allá de esto, mi primera impresión fue bastante fuerte al descubrir que, aunque Felipe es apenas un niño cuando la historia comienza, alcanza un pensamiento crítico realmente poderoso. El niño príncipe aboga que los regalos concedidos a Aurora por las hadas no son dones, porque la belleza no puede regalarse. Hasta este punto, todo parece ir maravillosamente: el príncipe es capaz de diferenciar entre lo que puede regalarse y lo que no. Peto todo cambia con la maldición de Maléfica hacia la princesa Aurora, entonces recién nacida: al cumplir dieciséis años, durante la puesta de sol Aurora se pinchará el dedo con el huso de una rueca y morirá.

Maldecida Aurora por el hada malvada, aunque contrarrestado el hechizo por un hada buena a que el sueño de Aurora terminará cuando reciba el beso de su verdadero amor, la vida de Felipe da un giro completo al verse obligado a pasar cada día de su vida preparándose para el regreso de Maléfica y para impedir la casi inminente muerte de la princesa, que es recluida en algún lugar secreto por sus tres hadas madrinas hasta el día de su cumpleaños número dieciséis. Hasta aquí todo nos parece familiar en cuanto a la historia que Disney llevó a la pantalla. Lo que jamás supimos es que, durante quince años, Felipe vivió atado a una vida de responsabilidades fuera de su control, tales como la maldición de la princesa y su matrimonio arreglado.

Felipe anhela ser un héroe, pero es complicado por las constantes reprimendas de su padre, que lo llevan a pensar que no es nada digno para todo lo que le rodea. Internamente, no desea ser príncipe, ni caballero, ni casarse con una desconocida, razones por las cuales emprende un viaje casi un mes antes de su boda acompañado por Johanna, su joven escudera. Johanna representa la unión entre Felipe y la vida real, es ella quien asume el papel de mejor amiga, acompañante y hasta consejera. Felipe no lo sabe, pero su amistad con Johanna es lo que lo mantiene a flote en un mundo que no es suyo. Aquí, entre lágrimas, entendí que el príncipe perfecto —y mi favorito— no existía, y que para llegar a su princesa tuvo que pasar un sinfín de pruebas para aprender que nadie más puede confiar en él, si no es él mismo.

Todo esto viene de la mano con que, desde niño, Felipe tiene sueños donde se encuentra perdido en un bosque de rapas con espinas, y parece escuchar a alguien del otro lado de alguna de estas paredes. Hasta que, un día, el bosque se transforma en un laberinto y descubre que quien habita el otro lado puede escucharlo también. Pero para él, enojado y molesto con la vida, aquella joven no es más que una molestia para él, ya que ni dormido puede descansar. Tampoco lo sabe, pero guarda con ella una conexión incapaz de explicarse: es Aurora, sin que nadie lo sepa, sin que él sepa que ella es la mujer que juró no querer en cuanto se casase con ella. Pero ahora Felipe se descubre enamorado y ansiando verla a toda costa en sus sueños y encontrarla en el mundo real.

Mientras esto sucede, una serie de eventos desafortunados llevan a nuestro príncipe a una lucha interna consigo mismo, deseando haber tenido otra vida, ser otra persona. El héroe se desploma, ahora debe reconstruirse él mismo, y solo.

La publicación de este retelling no es para nada casual o particular, ya que Disney cuenta con una línea bastante amplia en la que podemos encontrar títulos similares: Prince of glass & midnight (2024), que fue escrito bajo la misma dinámica, pero contando la historia de Cenicienta; Prince of song & sea (2022), la historia de La sirenita. Asimismo, títulos como Wings of starlight (2025), narra la historia de amor oculta entre Lord Milori y la reina Clarion, personajes del mundo fantástico de Tinkerbell.

Mundos fantásticos como estos, lejos de los reflectores de las pantallas de Disney, son una revelación ante el mundo editorial en los Estados Unidos. Anteriormente, los libros publicados por el país vecino debían tener una razón social más fuerte que una razón fantástica; comúnmente se publicaban libros que pudieran ayudar a las nuevas sociedades a forjar un pensamiento crítico sin basarse demasiado en cuentos. La apertura a la literatura fantástica o de ficción en Estados Unidos tiene que ver con las redes sociales y el amplio alcance de estas plataformas. Debido a ellas, más gente (yo incluida) se ha visto abierta a la curiosidad de leer libros de este estilo. Lamentablemente, muchos de estos títulos no han sido traducidos al español ni han sido distribuidos en países de habla hispana, lo que hace un poco complicada su obtención y lectura, pero todo es posible con fe, confianza y polvo de hada.

Este retelling fue especial para mí, y tocó fibras bastante sensibles. La bella durmiente es la historia de mi infancia, y fue algo sorpresivo encontrar todo lo que jamás pensé encontrar. El sentimiento de emoción que me recorría desde las piernas hasta el pecho, mi llanto de amor y emoción a las dos de la mañana y mi caso severo de ilusión y ensoñación son solo algunas de las cosas que ocurrieron en mi interior al leer este libro. Es un abrazo cálido, un recuerdo de la infancia dorada y la apertura a un entendimiento para con los personajes que creíamos menos importantes. Gracias a él descubrí que el príncipe no es solamente el accesorio de la princesa, sino un personaje que tiene un peso verdaderamente duro en la trama de cada historia. No digo que una princesa no pueda salvarse sola, pero si sabemos algo de teoría del cuento de hadas, sabemos que el príncipe y el caballero existen para representar la nobleza, el valor y la lucha entre el bien y el mal, mientras que la princesa representa la dulzura y el amor, aunque también la fuerza y la valentía. Así que, sí. Los príncipes también merecen ser amados y rescatados.

Gracias, príncipe Felipe. Y hasta siempre, o… Una vez en un sueño.

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