Saber hacer un análisis literario es algo que tiene sentido cuando queremos leer a profundidad y estudiar los libros y la literatura. Para escribir un análisis literario es necesario hacer una lectura más atenta y disfrutar los contenidos de las obras con mayor detenimiento. Un análisis literario es el estudio de una obra literaria y de las diferentes partes que la conforman.
El análisis literario examina las partes del texto y su interrelación para conformar un relato y una realidad literaria que está contenida en la obra. Es un análisis del contenido y no de la forma editorial. En este tipo de análisis se explora el drama o trama en la obra literaria, los personajes, su rol y características, la estructura narrativa e, incluso, se puede realizar una interpretación de significados profundos y subtextos. Por definición, es más especializado y completo que una reseña literaria.
¿Qué es y qué no es un análisis literario?
El análisis literario tiene que examinar el periplo de los personajes, el drama y la estructura narrativa, independientemente de la biografía del autor y sus intenciones en el mundo real. La teoría literaria contemporánea entiende que la obra literaria es un mundo auto-contenido, independiente del autor. Cobra vida y pertenece a la cultura y al lector.
El semiólogo Roland Barthes escribió un texto titulado “La muerte del autor”, en el cual explica que, metafóricamente, el autor muere debido a que apropia ideas que no son solo suyas, sino que pertenecen al ámbito sociocultural compartido. Se afirma que el autor (su vida privada y biografía) debe pasar a un segundo plano en el análisis de las obras literarias. Se analiza la obra, más que intentar descifrar las intenciones del autor.
Investigar las relaciones de la obra con el autor puede hacer parte del contexto más amplio de la crítica literaria y la historia de la literatura. No obstante, los estudios literarios hablan sobre el concepto “muerte del autor”, con lo cual buscan subrayar que el objetivo en el análisis de un texto literario es la obra literaria (ese mundo posible) y no la vida personal de los autores. El análisis literario tampoco investiga la forma del libro, la tipografía o el diseño de página; eso es trabajo del análisis editorial.
La palabra «análisis» significa descomponer en sus partes y examinar sus elementos constitutivos. Es lo contrario a síntesis.
¿Cómo escribir un análisis literario de una novela o cualquier obra literaria?
En primer lugar, el análisis literario está generalmente circunscrito en la crítica y teoría literaria, es decir, en los estudios literarios. Éstos realizan una hermenéutica de las obras de los distintos géneros literarios (novela, cuento, poesía, ensayo, teatro). Para el análisis de obras filosóficas y libros de antropología, ciencias políticas y otras ciencias sociales, tendríamos que hablar de otro tipo de análisis (no obstante, la base hermenéutica es la misma).
Un aspecto central para hacer un análisis literario está en la forma de leer. Una lectura atenta y que examine las partes de la obra, permitirá siempre un mejor análisis.
El deleite rápido de una obra literaria está más del lado de una “lectura vacacional” y desatendida que del lado profesional y más profundo de la obra literaria.Un análisis literario profesional muchas veces necesita de más de una lectura de la obra. De la misma forma en que al ver una película por segunda vez se observan y entienden más cosas, igualmente sucede con la literatura. Al leer un libro por segunda vez, se profundiza más.
Elementos o partes a tener en cuenta en un análisis literario
1. Voz narrativa:
La voz narrativa, también llamada “voz poética”, se refiere a el tipo de narrador. Esta “voz” puede estar narrando en primera persona, tercera persona impersonal, tercera persona en forma de testigo o tercera persona omnisciente.
2. Verso o prosa:
Se refiere a la manera en que está escrita la obra. Comúnmente el verso se encuentra en la poesía y la prosa en los demás relatos. No obstante, la poesía en prosa es igualmente común, y los versos están por doquier: en novelas, teatro, etc. Algunas obras están mayoritariamente en verso o mayoritariamente en prosa.
3. Tipo de narración:
Se refiere a la manera en la cual es narrada la obra, a través de diálogos (como es común en el teatro), solamente con una descripción de los acontecimientos, usando principalmente monólogos de los personajes (como en Crimen y Castigo), o de forma epistolar (es decir en cartas, como en la novela Amigdalitis de Tarzán de Alfredo Brice Echenique).
4. Protagonistas:
Son el alma de todo relato. En el teatro y la novela es muy común la pugna entre un héroe y un antihéroe. Ejemplos claros de personajes principales y héroes son Bastian Baltasar Bux en la novela La Historia Interminable o Johnny Carter en El Perseguidor de Julio Cortazar. Los protagonistas son los personajes principales y sus “ayudantes” son los personajes secundarios. Muchas grandes obras de la literatura tienen este dúo de personaje principal y principal colaborador. Por ejemplo, Don Quijote y Sancho Panza. También el cine y las series, por ser dramatizaciones, representan este dúo, como Batman y Robin.
5. Héroes y antihéroes en la literatura:
El héroe es el personaje principal y su antagonista es el antihéroe, aquel que buscar impedir que el héroe cumpla sus objetivos. En el Fausto de Goethe, Fausto es el héroe y Mefístofeles es el antihéroe. En la literatura, el teatro y en general en todos los géneros dramáticos, la narración tiene esta pareja de opuestos principales desde los cuales se genera el drama. Héroe y antihéroe son dos fuerzas opuestas que luchan y el resultado de esta tensión es el desenlace del drama.
6. Personajes secundarios:
Son aquellos que ayudan a recobrar la fuerza al héroe de la obra. Se caracterizan por la fidelidad y gracias a ellos los personajes principales o héroes no desfallecen. Los personajes secundarios ayudan que el héroe cumpla su objetivo. En El señor de los anillos de Tolkien, Samwise, un joven jardinero, es quien acompaña a Frodo hasta el volcán en Mordor donde finalmente destruirá el anillo.
7. El tiempo de la narración:
Es el tiempo en el que transcurre la historia narrada. Hace referencia al “Cuándo” de la historia. Muchas veces la obra narrada no transcurre en un solo tiempo sino en varios. Es común que se describan recuerdos que llevan la narración a un “flashback” en el pasado. O visiones de los personajes que nos llevan al futuro.
8. Los lugares dramáticos:
Es el espacio en el cual se desarrolla la historia. Este lugar puede ser físico o imaginario. Por ejemplo, 100 años de soledad sucede en un pueblo que se llama Macondo. Pero otras novelas pueden suceder en un mundo imaginario, como en La Historia Interminable del escritor alemán Michael Ende, o en un sueño.
9. Tema principal del libro:
Es el conflicto principal que se presenta en la historia o narración y precisamente es lo que enfrenta al héroe y al antihéroe. En la literatura los temas principales son comúnmente una historia de amor, una tragedia que involucra una muerte, una guerra, una gran amenaza, la búsqueda de un tesoro o un caliz, y pocos más.
10. Temas secundarios:
Son otros temas abordados en la obra que acompañan el drama principal. Usualmente hay historias familiares y de amor que se desarrollan al mismo tiempo que el tema princiapal
11. Subtexto:
Llamado así en el mundo de la dramaturgia, se trata de un segundo tema, no explícito, que subyace en la obra.
12. Argumento literario:
Es una síntesis de la estructura dramática de la obra, cómo comienza, cómo se complica y cómo se soluciona. En otras palabras, es un breve resumen del famoso “inicio, nudo y desenlace”.
13. Opinión o reflexión personal del lector:
La reflexión personal del lector usualmente hace parte de la reseña o los comentarios. En el análisis literario impera la investigación basada en los hechos observables en la obra y no en la subjetividad del lector. No obstante, la interpretación desde un punto de vista analítico puede incluir opiniones y reflexiones fundamentadas. Como se ha dicho, no son tan comunes en el análisis literario, pero una opinión fundamentada (aún más una propuesta interpretativa) si que se puede encontrar en el ensayo literario.
Ayudas metodológicas para analizar una obra literaria
- Leer pausadamente
- Subrayar en un color diferente lo que hace o dice cada personaje
- Subrayar en un color diferente las descripciones de tiempo y lugar
- Apuntar citas textuales memorables y que caracterizan a los personajes
- Identificar qué fuerzas e ideales representa el héroe y cuáles el antihéroe
- Hacer gráficos o diagramas que permitan visualizar una estructura o relación (por ejemplo la genealogía en el libro 100 años de soledad)
Me pareció muy pedagógica la explicación del tema en un lenguaje sencillo y comprensible felicitaciones
Me parece importante mencionar también el título de la obra que debe ser un llamado de atención al posible lector. Por ejemplo, es muy acertado el nombre «El lobo estepario» y no lo es «Demián», ambas obras del mismo autor.