Hace veinte años, un grupo de estudiantes de bachillerato del instituto Jorge Manrique emprendieron el viaje de fin de curso a París, pero nunca llegaron a su destino. Tras dos décadas de incertidumbre desde su desaparición, se localizan los restos del autocar en el que viajaban y sus restos óseos, pero faltan dos cuerpos. El caso se reabre bajo el mando de los inspectores Javier Tordo y Paloma Roncal, pero hay alguien que no está dispuesto a que la verdad salga a la luz y está dispuesto a conseguirlo… aunque eso implique volver a matar. Con esta interesante propuesta, el escritor Javier González Alcocer presenta su primera novela, Claroscuro, publicada por la editorial Tregolam y con una trama que atrapará al lector desde el comienzo de la lectura.
«Cuando el autocar echa a andar lentamente, los familiares que quedan en la acera dedican los últimos saludos de despedida con sus manos en alto. Dentro del vehículo, alguno devuelve el gesto, para regresar con rapidez a la conversación que compartía con sus compañeros.
Un minuto después, una curva en la calle hace desaparecer el transporte; las madres y padres se encaminan a sus obligaciones diarias, con un pensamiento en su cabeza: “Ojalá el conductor sea un hombre prudente”.
El destino que tiene el viaje, elegido por la mayoría de los alumnos, es París; aunque jamás llegarán allí».
El escritor ha optado por el género policiaco para su primera historia. En la obra, los inspectores Javier Tordo y Paloma Roncal harán todo lo posible para esclarecer qué ocurrió hace veinte años. Junto al subinspector Sebastian Yagüe y al médico forense Federico Montes, comenzarán una ardua investigación para encontrar la verdad. Pero en esta búsqueda se darán cuenta de que todos parecen ocultar algo y de que sus vidas personales se verán afectadas.
A medida que se hallan nuevas pistas que parecen ir aclarar qué pudo ocurrir, algunas de las personas relacionadas con el caso aparecen muertas. En este rompecabezas en el pasado y del presente comienzan a mezclarse, los inspectores deberán resolver el caso antes de que sea demasiado tarde y se produzcan más muertes.
«—La muerte de esa mujer plantea cuestionarse si sabía algo de lo ocurrido —no da por terminada su respuesta—, o bien la han eliminado por lo que pudiese aportar a posteriori; es decir —amaga un gesto ante la falta de solidez de lo que va a decir—, tal vez, al enseñarle los hallazgos, hubiese podido aportar algún dato esclarecedor».
Esta novela está repleta de giros inesperados que hacen que la lectura sea ligera y envuelva a los lectores en un aura de misterio. El autor utiliza la tercera persona del singular, por lo que se puede ver la perspectiva de varios personajes, incluso del asesino. Esto consigue que los lectores también sean partícipes de la novela y se unan a la investigación.
«“Ahora solo queda aguardar a que el tiempo vaya colocando una capa densa sobre los últimos acontecimientos. Al igual que hace veinte años, el caso permanecerá en la memoria de unos pocos.” Sentado cómodamente, libre de quehaceres, medita en mutismo absoluto. “Logramos salir indemnes de aquella situación, gracias a lo bien que planificamos todo; hoy continúo en libertad por el mismo motivo, no he dejado nada al azar.”»
Escribir un libro que enganche no resulta fácil, pero Javier González Alcocer ha creado la mezcla perfecta: una trama inteligente, unos personajes bien construidos con los que los lectores podrán empatizar y un ritmo que no decae en ningún momento. El escritor sumerge a los lectores en una historia donde nada es lo que parece, y que los hará indagar sobre quién puede ser el asesino.
El sorprendente e inesperado desenlace corrobora el ingenio del autor para la escritura y que no tiene nada que envidiar a otras aclamadas novelas del género.
Claroscuro está disponible en librerías online y físicas para todas aquellas personas que se aventuren a descubrir uno de los casos más impactantes de la literatura policiaca.