Reseña de La amiga estupenda, una novela de Elena Ferrante

Reseña de la novela La amiga estupenda - Elena Ferrante
4.5
(55)

La amiga estupenda es una novela de Elena Ferrante de la saga «Dos amigas», traducida del italiano al español en el 2012 y publicada en el 2016. En ella se retrata la hermosa amistad entre Lenùs y Lila (Lina para Lenùs), cargada de compañerismo, complicidad, muchas veces de celos, admiración, rivalidades y envidias que las ayudó a superar las vivencias en un barrio de Nápoles, Italia, en los años 50, plagado de pobreza, machismo, violencia, diferencias de clases, falta de educación y de la ley del más fuerte.

La amiga estupenda
Elena Ferrante (pseudónimo de una escritora de la que casi no se sabe nada y que escribe desde el anonimato)
Título original: L’amica geniale
Penguin Random Houston Grupo Editorial USA, LLC
Marzo 2016
Estructura: Los personajes, prólogo, 386 páginas de dos capítulos y la
Biografía de la autora anónima

La amiga estupenda me produjo una retrospectiva desde la amistad, las travesuras, los sueños de niñez y adolescencia, la vida de estudiante, las peripecias en un barrio nostálgico, de andanzas, de juegos y de complicidad con las amigas. Así, Elena Ferrante, narra la evolución y formación de dos etapas de vida de esas dos amigas y con profunda reflexión va reflejando la realidad socioeconómica y cultural de la Italia que solíamos ver y oír en las películas como el Padrino.

A lo largo de la novela la autora nos lleva a los acercamientos y diferencias de Lenùs y Lila, de todos los amigos y no amigos y sus respectivas familias que coinciden en esta trama de vida; igualmente, en el relato se va mostrando la búsqueda de identidad de las protagonistas, las luchas internas en esa formación, la rebeldía frente a los padres y a la sociedad, para ganar un lugar en la infancia y en la adolescencia.

En la primera parte, La Infancia. Historia de don Archille, pasearemos por las travesuras y picardías de la terrible Lila y de cómo Lenùs la secundaba, aún con timidez y temor. Uno de los lugares favoritos de las travesuras era el edificio donde vivía don Archille, el «coco» de los cuentos. En este capítulo se detalla también el ambiente de peleas e insultos entre los compañeros de clase en la escuela y en el vecindario; aunque la escuela propició la competencia entre los estudiantes, especialmente en el área de matemáticas, lo cual, en cierta forma, mejoró el ambiente dentro del aula:

«No siento nostalgia por nuestra niñez, está llena de violencia. …; crecíamos con la obligación de complicársela a los demás antes de que nos las complicaran a nosotras. … Las mujeres peleaban entre ellas más que los hombres, se agarraban de los pelos, se hacían daño.» (2016: 5)

Con el tiempo el ambiente escolar cambió un poco el carácter descontrolado y rebelde de Lila, quien exhibía superioridad intelectual. Pero, Fernando, su padre, prácticamente le impidió que continuara los estudios y solo pudo culminar la primaria básica a pesar de ser inteligente y habilidosa: «… Ya en primer curso de primaria estaba más allá de toda competición posible … Lila hacía mentalmente cálculos complicadisimos, en sus dictados no había un solo error, … » (2016: 47 – 48)

Asimismo, esta parte nos da el contexto de las relaciones familiares, de dominio patriarcal, y llama la atención el poco apego que Lenùs profesaba por su madre y los maltratos físicos y verbales a los que era sometida Lila por su padre: «Por la ventanas se colaban un napolitano barriobajero y el estruendo de cosas rotas… Fernando rompía cosas … De pronto mi amiga salió despedida por la ventana, pasó por encima de mi cabeza y aterrizó a mis espaldas.» (2016: 88 – 89)

En la segunda parte, titulada Adolescencia. Historia de los zapatos, nos adentramos a la faceta de adolescencia de las jóvenes; la búsqueda de la construcción del «yo » propia de la edad, sus inquietudes, sus frustraciones, sus amoríos y de cómo a Lila se le impidió continuar en la escuela formal. Sufriremos con los sueños rotos de Lila por no asistir al bachillerato, por la pérdida de ese lugar que la hacía sentir segura y por la deserción escolar de todos sus compañeros, excepto Lenùs que recibió apoyo para ir al bachillerato: «Su madre le pedía que le ayudara en casa, su padre le pedía que se quedara en la tienda, y ella de buenas a primeras, en lugar de ofrecer resistencia, parecía incluso contenta de deslomarse para los dos.» (2016: 108)

Si bien, Lila no asistió más al colegio, en secreto, prestaba libros de la biblioteca y se deleitaba en la lectura. Ella se transformó en una lectora asidua y autodidacta en el latín y el griego, que le permitió ayudar en las tareas a Lenùs. Por su parte, Lenùs siguió avanzando en sus estudios. No obstante, Lenùs reconocía que no podía igualar el intelecto de Lila que siempre iba por delante de ella sin asistir al bachillerato:

«-Lila sabía hablar a través de la escritura; a diferencia de mi cuando escribía, …, a diferencia de muchos escritores que había leído y que leía, ella se expresaba con frases cuidadas… La voz engarzada en la escritura me conmocionó … Conmigo la escuela había cometido un error y la prueba estaba allí, en la carta de Lila .» (2016: 260 – 261)

Pasado un tiempo, entre las presiones de su casa y las limitaciones del sistema educativo, Lila llegó a perder por completo el interés en estudiar y leer. Ella comenzó a trabajar con su padre y su hermano en la zapatería, a la par se enfrascó en el diseño de un par de zapatos. Al final de la historia, Lila se sobrepuso a la pobreza y al aislamiento al aceptar casarse con un joven adinerado, mientras Lenùs continuaba sus estudios e identificaba sus sentimientos.

El relato está inteligentemente narrado, con la intervención de muchos personajes, en la voz en primera persona de Lenùs quien nos va llevando y enganchando en una historia de emociones, sentimientos y reflexiones que desnudan las cicatrices de la postguerra, la soledad de las jóvenes, la cruda violencia machista, los sinsabores que producen el rico al pobre y la brutalidad de padres que golpean sin control a los hijos. Además, y no menos importante, se evidencia la rigurosidad de un sistema educativo que no sabía fomentar las capacidades cognitivas de sus estudiantes, ni de cultura inclusiva, ni de convivencia, de respeto y disciplina, ni mucho menos tomaban en cuenta las necesidades o condiciones de pobreza de los estudiantes para continuar los estudios.

Este relato me gustó mucho, se prende uno de la lectura y no la puedes soltar. Se proyecta, en muchos aspectos, en el espejo de la niñez y la adolescencia de los años 50, 60 y 70; despierta la nostalgia de la vida escolar y la sensación de estar en el día a día en un barrio cualquiera, de cualquier lugar donde los niños, adolescentes y jóvenes solíamos salir a las calles a jugar o leíamos libros para luego discutir contenidos, ausentes de la tecnología digital y de la televisión.

Sería muy útil utilizar este libro en el aula escolar para introducir a los jóvenes en la lectura, discutir valores familiares y de convivencia que se enfrentan en las relaciones humanas, con temas que puedan tocar sus afectos y sentimientos, o enfoques como las etapas del desarrollo de la infancia a la adolescencia, y, por supuesto, para trabajar con estrategias lúdicas de aprendizaje de historia y literatura o simplemente para deleitarse en la lectura.

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Autor: Deysi Manzanillo

Profesora en biología, lengua y literatura, con especialización en la enseñanza de la lengua. Nativa y residente de Venezuela. Amante de la lectura.

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