Comentario a Lo demás es silencio (La vida y obra de Eduardo Torres)

Lo demás es silencio - vida y obra de Eduardo Torres - libro de Monterroso
4.3
(6)

Se ha dicho que hay mucho de Augusto Monterroso en Eduardo Torres. Es cierto, Lo demás es silencio tiene algo de autobiográfico, pero en clave satírica. Con la misma diversión que debió haber escrito La oveja negra y demás fábulas, debió haber escrito Lo demás es silencio (La vida y obra de Eduardo Torres). Inteligentemente, este libro es un uso astuto del recurso del homenaje y tal vez una manera de reírse de sí mismo. Por ejemplo, leyendo “El decálogo del escritor” se puede observar la ironía y humor característicos en su obra y uno piensa que cuando dice “Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor” (1996:330) es Monterroso mismo afirmando su pensamiento.

Este comentario libre, o libertino, tiene algo de reseña y algo de análisis literario. Sin pretender ser lo uno o lo otro, trata de dar cuenta de algunos aspectos que me han llamado la atención. El libro que he leído contiene esta novela y otros libros del autor:
Monterroso Augusto, Cuentos, fábulas y Lo demás es silencio. El País. Madrid. 1996.

En más de una entrevista este autor, uno de lo más importantes de la narrativa guatemalteca, afirmó que la (su) escritura está acompañada de retos y dudas, de intentos, de perseguir. Lo cual solo deja ver la modestia de Monterroso y lo precavido frente a la buena y abundante crítica que ha recibido.

Se ha dicho que Lo demás es silencio es la única novela de Augusto Monterroso. Pero no es del todo claro que sea una novela en el sentido más ortodoxo. Es un conjunto de relatos agrupados en 4 partes: 1) Testimonios, 2) Selectas de Eduardo Torres, 3) Aforismos, dichos, etc., 4) Colaboraciones espontáneas. Se trata de una obra que construye al personaje Eduardo Torres a través de unos capítulos con intención biográfica. Pero por momentos, en Testimonios, Eduardo Torres no importa tanto como los otros personajes que hablan de él. Y haciéndolo, hablan, más allá del biografiado, de sí mismos, de su mundo.

Monterroso logra así algo que me ha parecido genial: desplazar el lugar desde el cual se da cuenta de una realidad. Por ejemplo, en “Recuerdos de mi vida con un gran hombre” el que narra es un empleado de Eduardo Torres, su “secretario valet”, quien al recordar su trabajo con el intelectual (Eduardo Torres es un estereotipo de intelectual de provincia) se explaya compartiendo que le obsesionaba leer y que no tenía con quién compartir esos descubrimientos. Habla de las cartas de Eduardo Torres que leía en el despacho y del descubrimiento del amor y de su amor por una joven vecina. Da algunas pinceladas sobre Eduardo Torres, pero en general habla de su propia vida, su propia biografía.

Lo demás es silencio. Cubierta de la edición de Plaza & Janés.

Esa realidad está circunscrita a la pequeña ciudad de San Blas “ciudad grande con los encantos de un pueblo chico y al revés” (1996:257). En Selectas de Eduardo Torres se aprecia la pluma del biografiado y homenajeado: un comentario a una nueva edición del Quijote, junto con una crítica hecha por otro personaje a este comentario, un estudio sobre un poema de Góngora, y dos reflexiones sobre la escritura, el Decálogo del escritor y Traductores traidores. En Aforismos, dichos, etc. sale a relucir la habilidad de Monterroso con el relato brevísimo.

El libro es un retrato del intelectual Eduardo Torres, un destacado doctor en letras, pero lo que más subrayo de esta obra es que es un retrato de una persona cualquiera. Tiene de especial que no tiene nada de especial. Con un punto de humor y aguda ironía, este libro es una literatura inteligente que piensa el sentido humano de forma irónica. Es como un falso documental, es un “simulacro de homenaje biográfico como estrategia textual” (Arturo Arias en Las estrategias para transformar la forma textual).

Lo demás es silencio. Cubierta de la Editorial Anagrama.

La vida y obra de Eduardo Torres es una obra en la que un escritor escribe sobre un escritor, que en el fondo es sí mismo, pero en un retrato distorsionado por la sátira y la ironía. Escribir sobre un escritor y sobre el escribir es algo sobre lo que muchos escritores han escrito (que valga la redundancia).

Me gusta el uso de la palabra en Monterroso, la parodia, el uso sutil de algunas redundancias, el hábil uso del idioma, sus gotas de latín, sus breves relatos y sus párrafos largos y extensos. Adicionalmente, los dibujos incluidos en esta obra también hablan del perfil creativo de Augusto Monterroso. Si bien el escritor afirmó no tener nunca ninguna pretensión con el dibujo, su producción gráfica ha acompañado algunas de sus publicaciones y a su obra en conjunto.

Lo demás es silencio. Cubierta de la edición de Jorge Ruffinelli para Cátedra.
Valora este contenido

¿Cómo te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuar!

Promedio de puntuación 4.3 / 5. Recuento de votos: 6

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Autor: Julián Bueno

Escribir reseñas y análisis de libros es una manera de volver a ellos a través de nuestros apuntes. En Lectura-abierta.com todo el mundo está invitado a publicar sus experiencias de lectura. Soy antropólogo y consultor digital, me interesan los contenidos en internet, la literatura, la filosofía y el arte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salir de la versión móvil