Enfermedad y estigma en Salón de belleza (1994), de Mario Bellatin

Salón de Belleza - Mario Bellatin
4.9
(11)

La novela Salón de Belleza, de Mario Bellatin (1994), muestra cómo en los tiempos de crisis y enfermedad las tendencias (no) sociales existentes aún se intensifican. Entre ellas, se encuentra el rechazo a grupos ya marginados y desfavorecidos, en el presente caso los hombres homosexuales afectados por “el mal” (véase por ejemplo p. 50). Aunque las alusiones a la pandemia del SIDA a partir de los años ochenta son obvias, el anonimato patente que impregna toda la novela le asigna una deliberada aplicación universal a la trama. En ningún momento el narrador protagonista nos dice dónde transcurre la acción, ni se nombra la enfermedad, ni se identifican los personajes (Rodríguez-Abruñeiras 2014, p. 243).

En todas las sociedades se pueden observar tendencias de que hay ciertos modos de vivir que no encajan en la supuesta norma y, por lo tanto, no son aceptados y se consideran inmorales. Los grupos afectados – minorías étnicas, religiosas o en cuanto a la orientación sexual – son vistos como “lo abyecto” (Rocha Osornio 2013, p. 151) y tienen que enfrentarse a la estigmatización, la represión y la exclusión social. En tiempos de crisis, son principalmente ellos los que experimentan actos discriminatorios y violentos, como pudo verse, por ejemplo, durante los pogromos contra la población judía en el siglo XIV y en el comportamiento hacia los hombres homosexuales en los años ochenta, cuando gran parte de la sociedad incluso los culpaba a ellos mismos por haberse contagiado.

La novela de Bellatin dirige la atención sobre procesos sociales de exclusión, estigmatización y rechazo experimentados por grupos marginados – en el presente caso por los hombres homosexuales afectados por una enfermedad que no se especifica. Incluso antes de que la empresa del protagonista se convierta en un moridero para los más estigmatizados, su exclusión social y existencia periférica son evidentes: El salón de belleza está situado en un punto alejado incluso de las rutas de transporte público. Además, el protagonista explica que para él y sus compañeros – igualmente homosexuales – siempre fue muy peligroso andar por las zonas centrales de la ciudad. Ahí, siempre corrían el riesgo de encontrarse a la “Banda de Matacabros” (p. 15) que, como indica el neologismo de Bellatin, atacan y liquidan a las personas homosexuales y travestis. A esto se suma que los hospitales, sometiendo a los heridos bajo la sospecha general de estar enfermos, no quieren recibirlos (p. 15). Por tanto, los hombres homosexuales están afectados no sólo por la enfermedad, sino también por la discriminación experimentada a base de su orientación sexual.
Enfrentando el rechazo y abandono sociales que experimentan los enfermos hasta por parte de sus familias y amantes, el protagonista convierte el salón de belleza en un refugio para los más enfermos que no más están esperando a morirse. Como elabora Rodríguez-Abruñeiras, la muerte social ya la han experimentado cuando entran en el moridero: Los huéspedes se encuentran en un estado de “muerte simbólica” (Rodríguez-Abruñeiras 2014, p. 241), ya que sus cuerpos sobreviven biológicamente, mientras que sus otras cualidades se han extinguido. Por lo tanto, el moridero puede considerarse como antesala de la muerte donde no hay por qué preservar su identidad y nombre propio. Esa pérdida de la identidad, que ocurre junta a la muerte social, se expresa, sobre todo, a través del hecho de que los enfermos tengan que entregar todas sus pertenencias personales al entrar en el moridero.

Incluso recluidos en este refugio, son percibidos como factor perturbador en cuanto al orden público. Entre otros aspectos, dicha suposición se deriva del doble significado de la palabra frecuentemente usada “huéspedes” (véase por ejemplo p. 25). Mientras que el narrador protagonista la utiliza refiriéndose a la dimensión social y los considera personas que viven bajo su techo y son atendidas por él, desde la perspectiva del mundo exterior los huéspedes cumplen más bien con el significado biológico y se consideran meros portadores de la enfermedad, poniendo a todos los demás en peligro. Esa opinión o actitud pública se manifiesta, sobre todo, en la campaña de desprestigio que se genera en el barrio donde está situado el moridero. Los vecinos afirman que ese lugar es un “foco infeccioso” y que los primeros contagios ya se han instalado en sus hogares. Dado que es evidente que se trate de una enfermedad venérea, de la afirmación de los vecinos se puede deducir que los ya estigmatizados ahora se han convertido en cabezas de turco.

Presentándose delante del protagonista y los huéspedes con repugnancia y miedo, los vecinos exigen que estos desalojen el moridero para, luego, poder incendiarlo (p. 35). Si bien no logran el objetivo de deshacerse de la institución, con esa trama argumental la novela alude a diferentes contextos históricos en los cuales fueron determinados grupos sociales marginados los que se convirtieron en los supuestamente culpables, entre ellos, por ejemplo, los actos discriminatorios contra los hombres homosexuales en los años ochenta, los pogromos judíos en los tiempos de la peste bubónica y la Inquisición de la Iglesia Católica.

Bibliografía

Bellatin, Mario. 1994. Salón de belleza. Barcelona: Tusquets.

Rocha Osornio, Juan Carlos. 2013. El espacio torcido en la narrativa mexicana de temática homosexual: 1977-1997. Tesis doctoral, The University of Western Ontario.

Rodríguez-Abruñeiras, Paula. 2014. “Enfermedad, identidad y simbolismo en Salón de belleza, de Mario Bellatin”. Letras 85 (122), 237-245.

¿Cómo te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en las estrellas para puntuar!

Promedio de puntuación 4.9 / 5. Recuento de votos: 11

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Autor: Karolin Schäfer

Karolin Schäfer estudió Filología Inglesa/Americana, Filología Alemana y Filología Hispánica en la Universidad de Kassel, Alemania. Desde octubre de 2022 es asistente de investigación en el proyecto de la DFG “Pequeña Soberanía. Poder y dominación en la vida cotidiana y su representación en la novela hispanoamericana de los siglos XX y XXI” (dirección: Prof. Dr. Jan-Henrik Witthaus, Universidad de Kassel) y está realizando un doctorado en el campo de la literatura de oficina argentina y uruguaya. Página web del proyecto: https://www.uni-kassel.de/forschung/es/kleine-souveraenitaet/startseite

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.