¿Alguna vez has leído un libro en el que tú eres el protagonista? Si nunca lo has hecho, te aseguro que es una experiencia de lo más interesante. Un libro que no te va a sobrecargar con información, tramas e interminables sesiones de lectura, sino que va a entretenerte como si de un videojuego se tratara. Y esta es la idea de La Prisión.
Mi nombre es Ramón Díez Galán y tengo el placer de presentaros este laberinto/juego/reto… bueno, llámalo como quieras. La Prisión es un libro que puedes leerte en quince minutos, ¿y entonces qué? ¿Solo quince minutos de diversión? Para nada. La gracia de esta novela es releerla una y otra vez, tomando caminos diferentes y viviendo aventuras que dependerán de si le das un bandejazo a otro preso en la cabeza o si decides colaborar con él, por ejemplo.
Una cosa curiosa (y que me llevó muchísimo trabajo de preparación) es que la línea temporal de los acontecimientos se mantiene en todos los caminos que elijas. Por lo tanto, lo que en una lectura vives en tus propias carnes, en otra lo sientes como un mero espectador mientras te dedicas a hacer otras cosas en el interior o (con suerte) el exterior de la cárcel.
¿Y de qué trata este libro-juego? Básicamente, te encuentras en una prisión española. Te sientes desubicado y sabes que ese no es tu lugar. Se ha cometido una terrible injusticia y sospechas que aquellos que te encerraron también planean acabar con tu vida. Debes escapar.
Lo que podríamos llamar “capítulos” son muy cortos y al final de cada uno de ellos debes tomar una decisión. En función de lo que elijas, pasarán unas cosas u otras. El libro tiene un total de 31 finales diferentes, algunos buenos, otros malos y unos cuantos agridulces. Los personajes que irás conociendo en la historia actuarán en función de tus decisiones. Nadie es bueno o malo, simplemente, la gente actúa por interés dentro de los muros de la prisión. Quien en una historia te ayuda a escapar, en otra podría ser tu verdugo.

¿Y quiénes son estos personajes que influirán en tu trágico o alegre final? Pues hay un surtido de lo más variopinto. Por un lado, tenemos a la banda de los latinos, cuya crueldad solo se puede equiparar a su lealtad. Por otro lado, los funcionarios y guardias de la prisión, con sus conflictos de intereses, también tratarán de sobrevivir a sus duras jornadas de trabajo. ¿Y qué sería de la vida entre rejas sin un buen compañero de celda? Pues el tuyo será un preso de lo más experimentado. No debería olvidarme tampoco de mencionar al Jefe, un preso privilegiado; Roberto, una antigua cara conocida; o Félix, el loco más loco que jamás conocerás. Personalmente, me quedo con Darko, pues su historia merece muchas más páginas de las que ocupa.
Y ahí va una recomendación. Léete el libro, disfrútalo y luego préstaselo a alguien. Tras unos días, comentad con la otra persona las aventuras que habéis vivido; seguro que serán muy diferentes. La Prisión también es una lectura muy interesante para estudiantes de español de nivel avanzado, pues pueden comentar con otros alumnos las decisiones tomadas. ¿Te animas a intentar escapar?