¡Elecciones ya!: Breviario de campaña electoral de Quinto Tulio Cicerón

Brevario de campaña electoral - Quinto Tulio Cicerón
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“Breviario de una campaña electoral” (en latín: Commentariolum Petitionis o De petitione consulatus) es un opúsculo de claro contenido electoral y propio de la literatura epistolar de enorme atractivo político que muestra cómo eran las contiendas electorales en la antigua Roma. Se trata de una carta escrita por Quinto Tulio Cicerón (102-43 a. C.), aunque su autoría se ha cuestionado grandemente, dirigida a su hermano mayor, el célebre orador y pensador romano Marco Tulio Cicerón (106-43 a. C.), a modo de agente y asesor electoral. Esto se debe a que Marco (en adelante utilizaremos el praenomen, es decir, el nombre de pila, de cada uno de los hermanos para poder diferenciarlos), en el año 64 a. C, aspiraba a alcanzar la más alta magistratura de la República romana: el consulado. Para ello, iniciará una campaña electoral en la que se enfrentará a un total de seis competidores entre los que destacan Gayo Antonio Híbrida, tío del famoso triunviro Marco Antonio, y Lucio Sergio Catilina, protagonista de la llamada conjuración de Catilina, una conjura política del 63 a. C. que el propio Marco desmantelará.

Quinto da numerosos consejos y orientaciones a su hermano para acercarse a la victoria electoral. Lo primero que le planteará son tres consideraciones que debe tener en cuenta en todo momento tales como en qué ciudad se encuentra, a qué aspira y quién es, las cuales se responden de la siguiente manera: “«Soy un homo novus, aspiro al consulado, ésta es Roma»” (Quinto Cicerón, 2019, p.20). En primer lugar, el concepto de homo novus es un tanto difícil de precisar a día de hoy pues hace alusión a aquella persona que, careciendo de antepasados nobles, es decir, sin tradición familiar en el Senado romano y, por tanto, en las magistraturas, llega a ser el primero de su familia que accede a uno de estos cargos políticos y que transmite, así, la nobleza a sus descendientes. Cabe decir que los homo novi solían ser despreciados por la antigua y/o ya establecida aristocracia romana, que los consideraba como unos advenedizos que entraban en una esfera social a la que no pertenecían. En segundo lugar, el consulado es un órgano de gobierno colegiado, pues eran dos los cónsules elegidos, y anual, ya que su mandato duraba un año. En tercer lugar, Roma, una urbe que ya en tiempos de los hermanos Cicerón tenía un millón de habitantes, en relación con la vida política, que para Marco era la más importante de todas, es “una ciudad constituida por el concurso de los pueblos, en la que abunda la traición, el engaño y todo tipo de vicios, en la que hay que soportar la arrogancia, la obstinación, la envidia, la insolencia, el odio y la impertinencia de muchos (…) el principal vicio de esta ciudad suele ser olvidarse de la virtud y de la honradez, a este respecto, conócete bien a ti mismo (…) temerán no sólo tu manera escrupulosa de actuar y el prestigio y la fuerza de tu palabra, sino también y sin duda la devoción que te profesa el orden ecuestre” (Quinto Cicerón, 2019, p.83-84). En definitiva, ante dicho anfiteatro electoral, la ayuda y consejos de Quinto van a ser para Marco más que bienvenidos.

A lo largo del breviario encontramos considerables parecidos entre las estrategias electorales de la actualidad y los consejos de Quinto: el candidato debe “atraer[s]e a las masas” (Quinto Cicerón, 2019, p.76) y “preocupar[s]e muchísimo” (Quinto Cicerón, 2019, p.79) por la opinión pública de tal forma que aglutine tal suma de apoyos “que el Senado crea (…) que te vas a erigir en defensor de su autoridad (…) que los caballeros romanos y los ciudadanos ricos y bondadosos crean (…) que velarás por su descanso y por su tranquilidad (…) que las masas crean (…) que no vas a ser contrario a sus intereses” (Quinto Cicerón, 2019, p.82). No obstante, también destacan algunos consejos electorales polémicos y mal vistos a día de hoy como el adaptarse por parte del candidato más a las circunstancias que al modo de ser de uno mismo: “aquello de lo que no seas capaz, niégate a hacerlo amablemente o no te niegues; lo primero es propio de un hombre bueno, pero lo segundo de un buen candidato” (Quinto Cicerón, 2019, p.70), “la adulación es reprobable cuando los halagos corrompen a un hombre, pero cuando lo hacen más amistoso, entonces no tiene [por qué] ser tan censurada; resulta imprescindible para un candidato cuyo aspecto, cuya imagen y cuyas palabras deben variar y adaptarse a las opiniones e inclinaciones de todos con los que se encuentre” (Quinto Cicerón, 2019, p.68).

Asimismo, en la obra de Quinto también encontramos consejos propios del más crudo realismo político-electoral: “la situación del candidato tiene esta ventaja: hacer con dignidad lo que durante el resto de tu vida no serías capaz de hacer” (Quinto Cicerón, 2019, p.49) como aceptar la amistad de enemigos del pasado preelectoral en tanto que dicha amistad ahora puede ser útil y necesaria. Destacan consejos que nos ayudan a imaginar cómo era una campaña electoral en la Antigua Roma (cómo se movía el candidato por la ciudad, cómo se acercaban a él los ciudadanos, etc…): “Y ya que mencionado el séquito, cabe decir que también has de preocuparte de este asunto, de manera que a diario dispongas de un acompañamiento de toda categoría, clase social y edad, pues, precisamente de la afluencia del séquito se podrá deducir con qué fuerzas y con qué medios vas a contar en el Campo de Marte [llanura que daba cobijo a los electores el día de la votación]. Hay tres clases de componentes: los que van a saludarte a tu casa [los salutatores], los que te acompañan al foro [los deductores] y los que te siguen a todas partes [los adsectores]” (Quinto Cicerón, 2019, p. 59).

Para terminar, cabe decir que, tras una reñida campaña electoral, será Marco Tulio Cicerón, junto a Gayo Antonio Híbrida, quien alcance el consulado y, además, obteniendo la unanimidad de las centurias (agrupaciones de ciudadanos en edad militar divididas en cinco clases en virtud de su riqueza y que por aquel entonces llegaban a ser 193) que participaban en las elecciones. En resumen, si los consejos dados hace más de dos mil años sirvieron para ganar una campaña electoral, ¿por qué no iban a servir en la actualidad?

Bibliografía utilizada

Cicerón, Quinto Tulio (2019): Breviario de una campaña electoral. Acantilado, Barcelona. Cita en texto: (Quinto Cicerón, 2019).

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