La isla del Tesoro es una obra del género narrativo, novela de aventuras escrita por el escocés Robert Louis Stevenson entre 1881 y 1882, publicada el año de 1883. La edición que he leído para hacer esta reseña (R.L.Stevenson, 1883, La isla del Tesoro, Vincens Vives 2016. Traducida por Julio Cesar Santoyo y José Torroba) además de doscientas setenta y cuatro páginas con treinta y cuatro capítulos fraccionados en seis partes, contiene una introducción y notas de apoyo elaboradas por Gabriel Casa, Juan José Lanero y Secundino Victoria.
Billy Bones, un misterioso marino llega a la posada en la que mora Jim Hawkins. Durante su estadía el primer oficial de Flint fallece debido a su dependencia al ron, dejando a su paso un mapa de un tesoro que está escondido en la isla esqueleto. Con la ayuda del doctor Livesey y el Squire Trelawney armará una expedición en una goleta llamada la hispaniola; dentro de la tripulación Jim se encontrará con el capitán Smollet y con parte de la antigua tripulación del capitán Flint, incluyendo a John Silver el largo quien una vez fue contramaestre de Flint, ahora ejerciendo de cocinero y siendo el personaje más intrigante de todos, liderará el motín contra Smollet para poder apropiarse del tesoro de su viejo capitán, que está escondido en una isla tropical en medio del Atlántico.
De las veinte seis personas que se embarcan, regresan tan solo cinco. Como dicen los mismos marinos “quince hombres en el cofre del muerto Jo, Jo, Jo, Jo y una botella de ron, la bebida y el diablo Jo, Jo, Jo, Jo y una botella de ron”. Nuestro chico inglés envuelto en un mar de aventuras tendrá la oportunidad de madurar entre hombres de mar en una época de esplendor pirata.
Traición y lealtad, añadiendo piratería, tesoros y personajes como Silver, que se verán enfrentados a una colección de inverosímiles aventuras y obstáculos. Robert Louis Stevenson encontró la receta perfecta para esta novela de aventuras, que siempre aparece en las listas de más leídos y recomendados a nivel mundial más de un siglo después de haber sido escrita. Pero y ¿la presencia femenina?
Al parecer Stevenson la dejó de lado ya que el libro fue escrito en la década de 1880 para un muchacho de doce años. La única mujer que participa es la madre de Jim, quien queda viuda al inicio de la obra y a la que después su hijo abandonaría para embarcarse como grumete con bucaneros en búsqueda de un tesoro. La respuesta de por qué Silver no incluyó mujeres en la obra la dio él mismo “por razones ajenas a mi voluntad, ordenes de Lloyd.” Escribió a su amigo Henley. Aun así, esta explicación no le da a Stevenson suficientes razones para no haber hecho un personaje femenino, quien bien pudiera haber sido una mujer pirata, una guerrera, otra varada en la isla o incluso una de las señoras de nuestros bucaneros. A esta obra de aventuras sí que le hizo falta un personaje femenino más presente que la madre de Jim. Esta será la única crítica por mejorar para la obra.
Por lo demás Stevenson consiguió la formula y el balance perfecto en esta novela ya que tenemos dos protagonistas muy bien creados como lo son Jim y Silver cada uno a su manera. Stevenson les da tanta importancia que cada uno tiene dos de las seis partes del libro para sí. Entre ellos podemos ver el afecto en un principio, luego el rechazo y por último la admiración. También logró dejar un suspenso y a la vez más ganas de leer al lector como al final de la quinta parte, la cual nos deja en un suspenso tan grande que mucha gente no puede parar de leer. La narración del libro es sencilla ya que Jim es quien relata la mayor parte del libro excepto por tres capítulos que fueron narrados por el doctor Livesey.
En cuanto al lenguaje usado no es un lenguaje fácil de seguir ya que cuenta con metáforas, dichos y expresiones marineras, pero este encaja muy bien con el contexto de la obra y además Stevenson hace que por el contexto de la situación se pueda deducir lo que los lectores no logren entender en las palabras usadas explícitamente. Uno de los mejores logros de Stevenson fue la omnipresencia del capitán Flint ya que, al estar muerto, influye a todos los marineros en la obra a algunos causando terror, a otros por medio de la duda y a otros con admiración y respeto. Stevenson escribió el libro hace más de un siglo, pero los niños y adultos de hoy en día siguen disfrutando su lectura y sintiendo identificación y admiración frente a los personajes y asombrándose frente a los eventos u obstáculos por los que pasan los personajes.
Para finalizar sigo sosteniendo que es una de las mejores novelas de aventuras jamás creadas. Como recomendación lo pueden leer niños a partir de los diez años y adultos en todas las edades, lo mejor sería leerlo sin pausa y si no se comprende una situación releer las veces que sean necesarias para entender. En caso de que no se disponga del tiempo para leerlo sin pausas lo mejor es tomar nota de los personajes nuevos.